Ribera del Duero TV
En la Ribera del Duero palabras de amor, palabras

Poesía de amor, Gerardo Diego en Ribera del Duero TV

Río Duero naces en Duruelo, riegas nuestra ribera mientras Gerardo Diego desde Soria, «se detiene a oír tu eterna estrofa de agua».
Lorena Bodas / Iván González

Vida y obra de Gerardo Diego a su paso por Soria

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

Gerardo Diego

Es normal, hasta cierto punto, que cuando escuchamos un poema sobre el Duero, Castilla o Soria, pensemos en Machado. Pero por Soria, además del Duero, pasaron más poetas y escritores como Gerardo Diego, Ribera del Duero TV te lo cuenta.

Gerardo Diego Cendoya nació en Santander en 1896. ¿Cómo llegó a Soria? Porque ganó una plaza de catedrático en el Instituto General y Técnico de Soria, que hoy lleva el nombre de Antonio Machado. Diego estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto y se doctoró en Lengua y Literatura, aunque desde pequeño también se formó en música y pintura.

Llega a Soria en 1920 y sólo estuvo 2 años, pero fueron muy prolíficos y se involucró mucho en la vida cultural de la ciudad. Daba conferencias, publicaba en La Cotorra, daba conciertos de piano, participaba en el Ateneo Popular u organizó las primeras jornadas teatrales sorianas. También fue miembro del Casino Numancia. Precisamente en la entrada de este local nos podemos sentar con don Gerardo, ya que aquí tiene una escultura sedente de bronce, con una mesita con poemas. Dentro del Casino, en la 1ª planta, está el Salón Gerardo Diego, donde se conserva el piano que tocaba. Y en la planta de arriba está la Casa de los Poetas, donde nuestro protagonista ocupa un destacado lugar.

Si recorremos Soria, cosa que recomiendo encarecidamente, hallaremos más referencias al poeta y a su poesía. Por ejemplo, la placa de la Casa de las Isidras, en la C/ Collado 46, que es la casa en la que vivió. En frente hay un pequeño pilar con un libro de bronce encima y varios versos debajo. En la ladera del Cerro del Castillo y bajo la ermita de San Saturio veremos dos bloques de piedra con más versos. Por supuesto tiene su calle en Soria, así como en el parque Alameda de Cervantes su paseo. Hablando de paseos, si queréis acompañar al Duero a su paso por la ciudad de Soria, no podéis dejar de pasear por sus márgenes, con senderos señalizados.

Volvemos con Gerardo Diego, miembro de la Generación del 27, que moría en Madrid en 1987, dejándonos un legado impresionante. De sus viajes por Soria y la provincia salieron poemas que recopiló en “Soria, galería de estampas y efusiones” publicado en 1923. En 1948 publica “Soria” con 58 poemas. Después, en 1977, Soria Sucedida y por último en 1981, Soria sucesora. Hay referencias a San Juan de Duero, San Saturio, San Baudelio… pero también a otros lugares castellanos, como Santo Domingo de Silos, Ribera del Duero TV te anima a conocerlos.

Nos despedimos con este poema, también situado en orillas del Duero a su paso por Calatañazor;

Azor, Calatañazor,
juguete.
Tu puerta, ojiva menor,
es tan estrecha,
que no entra un moro, jinete,
y a pie no cabe una flecha.

Descabalga, Almanzor.
Huye presto.

Por la barranca brava,
ay, y cómo rodaba,
juguete,
el tambor.

Gerardo Diego

Add comment

banner suscribirse a YouTube

Síguenos

Suscríbete. Tienes contenidos exclusivos en las distintas redes sociales.

suscríbete